viernes, 22 de junio de 2012

COMO MEJORAR LA MEMORIA DEL ADULTO MAYOR

Al utilizar metodos para mejorar la memoria con adultos mayores, puedes recomendar actividades de memoria para mayores, las cuales benefician de una manera sorprendente a tus allegados o amigos y pueden llegar a fortalecer una unión familiar mucho mejor, por otro lado, no solamente estás ayudándolo al bienestar personal sino que a la vez te sirve para tú futuro personal. Una encuesta que realice con mis familiares mayores más allegados, les consultaba que cuando fue el tiempo en el transcurso de su vida o propiamente la edad en qué ellos comenzaron a sentir que iban perdiendo o sintiendo que su memoria estaba fallando y además de eso, por qué motivo fue que iban perdiendo su memoria.
Las primeras respuestas a esas preguntas para poderlas compartir con usted que lee este artículo, fueron las siguientes:

  • Un familiar de género masculino me comentaba que él comenzó a sentir que perdía la memoria a la edad de 60 años, con anégdotas como la siguiente; iba caminando del parque hacia mi casa y por un momento en el tiempo me quede meditando si era la entrada correcta o no, en ese momento me di cuenta que estaba perdiendo un poco la memoria.

  • Luego otro familiar de género femenino me contaba que calcula que como a la edad de 50 años comenzó a fallarle uno de nuestros organos más importantes en nuestra vida, por un motivo de cuidado y salud, ella al operarse de la apéndice se complico un poco en el hospital y paso inconsciente por un lapso de tiempo, por lo cual me comentaba que se le olvidaba ciertas reuniones familiares, citas en lugares específicos por lapsos de tiempo, refiriéndome a segundos o minutos, donde le perjudicaba un poco a la hora de llegar puntualmente.
    1. Escuche música de sonidos de la naturaleza por alrededor de 30 minutos al día, en un lugar donde le permita relajarse.
    2. El descanso en lapsos de 1 hora a mitad del día por una semana, ya que le ayudará al cuerpo a recargarse.
    3. La buena alimentación es uno de los metodos más importantes para la regeneración del cuerpo y evitar el envejecimiento mental.
    Qué tal si lo haces ahora, comienza esta misma semana a probar estos metodos para mejorar la memoria y veras como mejora tu atencion y concentracion en las cosas que vas haciendo durante el transcurso del día. Escríbeme para conocer como te fue y también cuéntame cuales son tus mayores problemas a la hora de tratar de mejorar tu memoria.
  • viernes, 1 de junio de 2012

    Cuidando al adulto mayor en casa



    El paciente debe usar la atención, la memoria, la imaginación y el lenguaje; esto favorecerá el estado de ánimo y su capacidad mental. Para que el adulto mayor use la memoria es útil que lo ayudes a repasar los sucesos de su vida, tal vez con ayuda de fotos, o las noticias del día; preguntarle (y recordarle) lo sucedido ayer, o pedirle información sobre sus familiares.


     


    La imaginación se puede ejercitar si le preguntas qué espera del día actual, cuál es su opinión sobre cierto tema, cómo cree que se podría solucionar algún problema. Durante estas conversaciones debes hacer frecuente referencia a la fecha y circunstancias presentes, para favorecer su orientación. Las reflexiones deben tener un acento optimista, haciéndole
    presente los aspectos positivos y no los negativos de su situación. Si logras hacerlo reír debes felicitarte.
    También pueden ser útiles para la atención, la memoria y el ánimo para algunos juegos (dominó, cartas, juegos de memoria o de atención), la música o el canto, la colaboración en algunas tareas domésticas o los ejercicios indicados por los especialistas en rehabilitación. Recuerda, tú que estás a su lado puedes motivarlo a que se involucre más en los acontecimientos presentes y siga teniendo ánimos para seguir adelante con optimismo.
    A cada uno de los visitantes puedes pedirle que colabore en alguna actividad. Muchas veces los familiares o amigos se sienten estimulados a volver si pueden ayudar al paciente, por eso es importante pedir su colaboración.

    Conducta perseverante y repeticiones.Este tipo de comportamientos es muy común en aquellas personas que presentan deterioro cognitivo, ya que éste afecta a la capacidad de las personas para recordar algún suceso.
    Algunos ejemplos de comportamientos redundantes son:
    􀂄 Repetir preguntas.
    􀂄 Pedir cosas.
    􀂄 Llamar con frecuencia.
    􀂄 Moverse de un sitio para otro.
    􀂄 Buscar algún objeto.
    􀂄 Asegurarse de algo (ej: haber cerrado la puerta o el gas, apagar la luz).

    ¿Por qué pueden ocurrir estos comportamientos repetitivos?
    Aburrimiento
    Es posible que el comportamiento se deba a que está “llamando la atención”, por ejemplo, porque se aburre y quiere dis-traerse, o porque se siente solo(a) y quiere compañía.
    Olvido
    En ocasiones puede parecer que no escucha o no hace un es-fuerzo por recordar (y por eso repite las preguntas). Ante esta posibilidad, la persona que cuida puede pensar que no se le está prestando atención o que se podría hacer un esfuerzo por recordar, pudiendo llegar incluso a enfadarse ante la conducta repetitiva.
    En realidad, un comportamiento de este estilo (por ejemplo, preguntar repetidamente si se ha apagado el gas) puede ser consecuencia del deterioro cognitivo, que provoca en la persona una pérdida progresiva de la memoria. Esta pérdida de memoria puede generar en la persona un sentimiento de inseguridad o incertidumbre, que es el que en último término provoca el que se repitan las preguntas o los comportamientos repetitivos (ej: buscar las llaves, asegurarse de si se ha cerrado una puerta, etc.).
    Malestar físico.En ocasiones, las conductas perseverantes o repetitivas pueden estar indicando que no se encuentra cómoda por algún motivo, siendo este tipo de comportamiento la manera a través de la cual la persona expresa o manifiesta su malestar. Puede no reconocer cuál es la causa de su malestar, lo que contribuye a que se muestre inquieta (siendo el comporta-miento perseverante o repetitivo una manifestación de esta inquietud).
    Algunos ejemplos de situaciones que pueden provocar malestar físico son:
    􀂄 Sensaciones de hambre o sed.
    􀂄 Necesidad de ir al baño.
    􀂄 Dolores o enfermedades.
    􀂄 Temperatura inadecuada (frío o calor).
    Malestar psicológico.
    Es posible que se encuentre preocupado(a) o inquieto(a) por algún motivo (por ejemplo, por la enfermedad de un familiar). Dormir mal o estar agotado por alguna actividad puede influir también en que la persona no tenga la misma capacidad que en otros momentos de recordar o de prestar atención a las cosas.

    Consejos útiles para prevenir o disminuir la aparición de estos comportamientos.
    􀃎Mantén la calma y responde a las preguntas pausadamente, aunque sea la “octava vez” que lo hace. Es perferible contestar orientando hacia acciones, hechos o situaciones inmediatas, que hacia referentes temporales o espaciales.
    􀃎Habla despacio a la persona para que le resulte más sencillo entender y así no tenga la necesidad de preguntar constantemente.
    􀃎Responde a las preguntas con claridad concretando las mismas lo máximo posible, de tal forma que sean lo menos ambiguas posibles.
    􀃎Explica las cosas de distintas maneras, por si alguna de ellas no es comprendida con claridad.
    􀃎 Distrae a la persona con otra actividad.
    􀃎Trata de responder sin enfadarte o sin argumentar (ej: sin decir “es la décima vez que te respondo”).
    􀃎Crea un ambiente agradable en el que la persona no se sienta incómoda.
    􀃎Proporciona “ayudas a la memoria”. Por ejemplo, ten un calendario a la vista de la persona, ten las cosas por las que la persona suele preguntar a la vista y bien ordenadas, ten escrito en un papel a qué hora hay que tomarse un medicamento, etc.

    Control de comportamientos problemáticosLas personas con problemas cerebrales suelen tener dificultades del comportamiento tal como problemas con la comunicación, repetición de alguna idea o actividad, conducta agresiva o impulsiva, falta de energía, problemas con la memoria, incontinencia, falta de juicio, y el extravío.
    Una sugerencia simple para controlar estos problemas incluye el que mantengas un lenguaje sencillo y formules una sola pregunta a la vez. Divide las tareas y las preguntas. Por ejemplo: en lugar de preguntar ¿le gustaría entrar, sentarse y comer algo?, usa órdenes sencillas como: venga y siéntese o sírvase y coma.
    La desorientación y falta de juicio podrían significar la necesidad de supervisión durante las 24 horas del día. Asegúrate de evitar los peligros mencionados anteriormente. Además aprende a ponerte en contacto con tu comunidad en casos de emergencia. Te convendría consultar con los amigos, la familia, el clero, las agencias de servicios sociales, centros para adultos y grupos de apoyo. Si existen problemas de extravío o de conducta agresiva sería recomendable que te pongas en contacto con los servicios de e-mergencia como la policía, los bomberos y los hospitales.

     

    CUIDADO Y AUTOCUIDADO DEL ADULTO MAYOR

    El envejecimiento corresponde a una etapa de la vida del individuo en la cual se pierde progresivamente la capacidad de adaptación y la aptitud de reaccionar adecuadamente a los cambios

     

    CUIDADO DE LAS ARTERIAS
    Las enfermedades de las arterias pueden causar serios problemas. Cuando se obstruyen, la falta de riego sanguíneo es causa de la muerte del tejido que depende de ellas. Por su frecuencia, mencionaremos lo que puede suceder en las piernas, el corazón y el cerebro.
    Si se ocluye una arteria de las piernas, puede aparecer dolor en las pantorrillas al caminar una o dos cuadras, que obliga a detenerse. Si la enfermedad progresa sin tratarla, aparece necrosis (muerte de los tejidos) de los dedos de los pies y puede ser necesario llegar a la amputación.
    En el corazón, la oclusión de las arterias coronarias produce dolor, insuficiencia cardíaca o muerte súbita, y muchas veces las enfermedades cardíacas provocan lesiones cerebrales.
    Cuando se tapa o se rompe una arteria en el cerebro, se produce un infarto (por falta de irrigación) o una hemorragia (por la rotura de la arteria). Esto puede causar una parálisis de un lado del cuerpo (hemiplejía), con una pérdida del lenguaje (afasia), confusión mental u otros defectos.
    El mejor tratamiento es prevenir el daño arterial y para ellos es necesario mantener un control permanente de los factores de riesgo:
    • Exceso de grasas en la sangre (hiperlipidemia), con aumento del colesterol o triglicéridos. Este riesgo se evita mediante dieta, ejercicio y, en las mujeres, con terapia de sustitución hormonal en la postmenopausia (cuando cesan sus sangramientos menstruales).
    • Presión arterial elevada (hipertensión arterial), que puede no producir ninguna molestia hasta que se produce una hemorragia cerebral u otra afección grave. Se puede prevenir disminuyendo la ingesta de sal, evitando la obesidad y realizando alguna actividad física en forma regular. Es muy importante detectar la hipertensión arterial antes que produzca complicaciones. Para ello, conviene realizar controles preventivos, como parte de chequeos de salud que deben practicarse en todos los adultos.
    • Presión arterial normal: máxima menos de 135 mm Hg. Mínima menos de 85 mm Hg
    • Falta de actividad física, que hace perder capacidad funcional de los músculos, de las articulaciones, del corazón y de los pulmones. Obesidad, que muchas veces se asocia a excesos de grasas en la sangre y falta de actividad física.
    • Exceso de azúcar en la sangre (diabetes mellitus), que puede producir daño arterial, trastornos metabólicos, etc. Las personas con riesgo de desarrollar diabetes mellitus (adultos mayores, familiares de enfermos diabéticos, obesos), deben practicarse exámenes periódicos de sangre que lleven al diagnóstico antes de que aparezcan los síntomas.
    • Deben evitarse el sobrepeso y la falta de ejercicio.
    • Debe controlarse la presión arterial, y los niveles de azúcar en la sangre.
    • Debe consultar con urgencia en caso de dolor al pecho, debilidad de un lado del cuerpo, confusión mental o pérdida de la visión.




    CÓMO PREVENIR Y ATACAR EL CÁNCER
    El cáncer es una de las principales causas de muerte del adulto mayor. No obstante, algunas de sus formas pueden prevenirse, y, si se detectan y tratan a tiempo, el cáncer puede ser curado.

    Entre los factores de riesgo podemos mencionar:
    • El cigarrillo daña os bronquios y aumenta el riesgo de cáncer pulmonar. Las personas que rodean al fumador pueden perjudicarse como "fumadores pasivos". Además, el cigarrillo daña las arterias. Por esos motivos, la recomendación es no fumar.
    • Dieta pobre en fibras y rica en grasas, que aumenta el riesgo de cáncer de colon.
    • Descuido con las enfermedades que comienzan. Ante cualquier síntoma se recomienda consultar. Por ejemplo, si nota sangre al obrar, tos persistente, baja de presión inexplicada, dolor persistente en el abdomen o la espalda, aparición de bultos (ganglios) en el cuello, axilas o ingles, etc. En las mujeres se agrega como precaución el autoexamen de mamas y el examen Papanicolau anual; en el hombre el control médico ante trastornos de la emisión de orina.
    • Evite el cigarrillo.
    Debe controlarse en caso de tos persistente, si aparece un "poroto" en un pecho, si obra con sangre, u otra molestia que no pase en forma rápida.

    CONSERVACIÓN DE LA CAPACIDAD FÍSICA
    La actividad física es útil para mantener el estado normal de los músculos y articulaciones; prevenir la pérdida de calcio en los huesos (osteoporosis); aumentar la capacidad de los sistemas respiratorio y cardiovascular; evitar el daño de las arterias y mejorar la coagulación sanguínea. Además, es muy importante para lograr una actitud emocional positiva de confianza en sí mismo.
    El ejercicio físico debe ser exigente, pero sin caer en lo excesivo, y debe ayudar a mantener rangos articulares y posturas fisiológicas. Se puede recomendar la natación, - aunque sólo sea jugar en el agua -, el baile, las caminatas. Este ejercicio debe durar por lo menos 30 minutos seguidos y practicarse por lo menos tres veces a la semana, si es bien tolerado. Realizarlo por períodos menores generalmente es insuficiente para la mantención de las capacidades funcionales, pero siempre es preferible hacer poco ejercicio a no hacer ninguno. Para la caminata debe considerarse el uso de ropa adecuada, acorde con la temperatura ambiente, un calzado cómodo... Y un buen amigo para ir conversando.
    Para mantener la postura correcta y la flexibilidad de las articulaciones se recomienda realizar movimientos de estiramiento de brazos y piernas, girar y extender el cuello, mover el tronco a derecha y a izquierda.
    Si no se ha hecho ejercicio antes, es preferible que consulte con su médico si puede hacerlo sin peligro.
    • El ejercicio es útil para el estado físico.
    • El ejercicio es útil para el estado emocional.
    • Si le produce dolor o molestia, suspéndalo y consulte.       

    CUIDADO DE LOS PIES
    Es frecuente que las personas de dad presenten problemas en los pies, y el dolor puede impedir las actividades diarias y el ejercicio de caminar. Los problemas más frecuentes son deformaciones de los dedos de los pies, de las uñas y algunas infecciones. Entre las deformaciones podemos mencionar los juanetes (el dedo mayor se proyecta sobre los otros), los ortejos en martillo (los dedos se engarfian) y el pie plano (falta de curvaturas normales de la planta).
    El mejor tratamiento de las deformaciones es evitar que aparezcan, descartando los zapatos en punta que aprietan los dedos y el taco alto. Su uso hace que estas deformaciones sean más frecuentes en la mujer. Una vez aparecidas, debe usarse calzado cómodo y amplio, ayudarse con pequeños aparatos que enderecen los dedos, o recurrir a la intervención quirúrgica para corregir la deformación.
    Las infecciones más frecuentes se deben a hongos y bacterias que pueden comprometer la piel y las uñas.
    Para evitarlas es importante el aseo y el correcto secado después del baño. La humedad es el factor que favorece a las infecciones.
    Las heridas de los pies no son muy frecuentes pero pueden ser graves, especialmente en pacientes que sufren de diabetes mellitus y mala circulación. Estos pacientes deben consultar médico en forma rápida.
    • Para evitar deformaciones y dolores, use calzado cómodo.
    • El aseo puede prevenir las infecciones.
    • Si aparece dolor o lesiones de la piel, debe consultar.

    CUIDADO DE LA PIEL
    La piel del adulto mayor es distinta a la del joven: es más frágil, seca y menos elástica. Esto facilita la aparición de infecciones si el aseo es insuficiente. Por otra parte, su falta de lubricación la hace sensible frente al lavado exagerado.
    Si existen rasguños o heridas superficiales de la piel, la cicatrización puede ser lenta. Debe realizarse aseo y aplicar algún desinfectante, de preferencia yodado.
    Si aparecen áreas enrojecidas en los pliegues, con o sin escamas, debe consultar, para descartar una infección por hongos.
    Existen tumores de la piel que son frecuentes en el adulto mayor. Por esta razón, cualquier lesión que crezca debe ser motivo de preocupación y se justifica una consulta. Los "lunares que crecen" y las "heridas que no cicatrizan" pueden corresponder a un cáncer.
    Cuando aparecen manchas rojizas múltiples en todo el cuerpo debe sospecharse una alergia (a medicamentos, alimentos, sustancias químicas, metales, cosméticos, etc.),ya sea por contacto o ingesta.
    La picazón puede deberse a muchas causas: diabetes mellitus, enfermedades del hígado, alergias, etc. En algunos adultos mayores aparece sin una causa precisa.
    El aseo puede evitar las infecciones de la piel. Se recomienda baño diario con jabón neutro, secándose en forma prolija; el pelo debe lavarse por lo menos una vez a la semana.

    Si aparecen manchas, bultos o heridas que no cicatrizan, debe consultar.

    CUIDADO DE LOS OJOS
    La pérdida de visión y de audición son causas importantes de incapacidad. La pérdida de visión impide desempeñar muchas actividades en la casa o fuera de ella; la sordera aisla a las personas. Las principales causas de pérdida de visión en el adulto mayor son las cataratas, la presbicia, el glaucoma y lesiones de los vasos de la retina. Las cataratas (opacidad del cristalino, que opaca la pupila) pueden operarse; la presbicia (que obliga a leer de lejos) se corrige con lentes. La ceguera por aumento de la presión dentro del ojo (glaucoma) y por las lesiones de la retina pueden prevenirse. Para lo primero es útil controlar periódicamente la presión del ojo; las lesiones de los vasos de la retina se previenen controlando la hipertensión arterial y la diabetes.
    La aparición de dolor o congestión intensa del ojo (ojo rojo) puede corresponder a una infección grave o un glaucoma que, sin tratamiento, puede terminar en ceguera.
    • El control médico general protege la vista.
    • El control de la presión ocular protege la vista.
    • Si hay disminución aguda de visión, dolor o inflamación: consulte rápido.
    • Si comienza a ver menos, consulte: podría mejorar.





    CUIDADO DE LOS OÍDOS
    La pérdida de la audición tiene graves consecuencias para nuestra vida social. Las causas de sordera en el adulto mayor son los tapones de cerumen, la presbiacusia (una sordera progresiva en relación con el envejecimiento), el trauma acústico, y las infecciones (otitis) mal tratadas.
    Para protegerse de la sordera por trauma acústico es necesario evitar los excesos de ruido o usar protección; las otitis pueden prevenirse con aseo, cuidándose de los enfriamientos y evitando hurgarse los oídos con objetos punzantes.
    Cuando se ha perdido la audición, un médico otorrinolaringólogo puede, a veces, mejorarla haciendo un lavado de oídos para sacar los tapones de cerumen o, en su defecto, indicar audífonos. Si la sordera persiste, es necesario que los familiares le conversen de frente, fuerte y modulando bien.
    • El exceso de ruido y el desaseo pueden ensordecer.
    • Si escucha poco, consulte: puede mejorar

    Enfermedades en el Adulto Mayor


    A diferencia de pacientes jóvenes, el adulto mayor está afecto a muchos factores
    biológicos y psico-sociales, que alteran el proceso de reconocimiento de una
    enfermedad. Es por ello que no hay que esperar que un anciano consulte por síntomas y
    signos típicos de una enfermedad para sospecharla.
    Esta dificultad para reconocer la presencia de alguna enfermedad actual se debe
    principalmente a tres factores: la aceptación de la enfermedad como algo propio del
    envejecimiento, la forma atípica en que se manifiestan y la existencia de múltiples
    patologías concomitante.

    Aceptación de Enfermedad

    Es común en nuestro medio que tanto el paciente mayor como las personas que
    lo rodean (familiares, cuidadores) consideren las manifestaciones de una enfermedad
    actual como un cambio normal del proceso de envejecimiento. Debido a esto, dejan
    pasar síntomas leves y sólo consultan en situaciones dramáticas o agudas tales como
    síncope, hemorragia, etc. Otro factor importante es que muchas veces, el adulto mayor
    se considera una “carga” para sus cuidadores, por lo que minimiza sus molestias.
    Además es frecuente encontrar ancianos con alteraciones de la memoria y/o dificultades
    para comunicarse, como sordera, ceguera e incluso compromiso de conciencia. En
    estos casos debe prestarse especial atención a cualquier cambio del estado basal del
    paciente, por pequeño que este sea.
    La suma de estos factores lleva a una demora en la consulta, lo que se ha
    demostrado que incide directamente en la eficacia del tratamiento médico. Es así como
    patologías simples que pueden ser solucionadas si son tratadas oportunamente, quedan
    sin tratamiento o sólo con manejo paliativo, contribuyendo así al deterioro y a mayor
    dependencia de ese adulto mayor

    Presentación Atípica:    

    La forma intrínseca de presentación de cada enfermedad también se ve afectada
    ya que las respuestas físicas y fisiológicas habituales frente a enfermedades suelen estar
    alteradas, lo que puede resultar en ausencia de síntomas (típicamente dolor y fiebre). En
    otros casos los síntomas son vagos e inespecíficos debido a estos cambios. Se agrega a
    esto que distintas enfermedades se suelen presentar de maneras similares. Esto llevó al
    Profesor Dr. Bernard Isaacs (UK) a delinear uno de los conceptos fundamentales de la
    geriatría: los llamados “gigantes geriátricos”. La confusión, las caídas, la incontinencia
    de esfínteres e inmovilidad son cuatro síndromes que se encuentran frecuentemente en
    el paciente geriátrico, que no matan y que pueden ser la manifestación final común de
    muchas patologías diferentes. Estos síndromes siempre traducen alguna enfermedad de
    base y no deben ser considerados cómo eventos normales de la vejez. Es así como la
    inmovilidad puede ser la manifestación de patologías tan distintas como infarto al